Pasarelas de Alquézar

Un paseo majestuoso al lado del Río Vero

Alquézar es una población situada fuera de la Hoya de Huesca, pero dentro de la provincia de Huesca.

Llegar nos tomará unos 45 minutos a través de la HU-V-3312, HU-V-3313, A-1219, A-22, A-1229, A-1233 y, finalmente la HU-352. Podemos aparcar cómodamente el vehículo en el párquing situado en la entrada de la población.

Nos desplazamos hasta la Calle La Iglesia, justo al lado del ayuntamiento de la villa, dónde nos espera el personal de las Pasarelas de Alquézar, antes de iniciar el recorrido marcado, para solicitarnos las entradas, informarnos y resolver nuestras dudas.

IMPORTANTE: Comprar las entradas por la web con antelación para reservar la hora de inicio de la actividad.

IMPRESCINDIBLE: Calzado de montaña, ropa deportiva y bebida si el recorrido lo hacemos en horas de mayor calor.

El tramo inicial es un descenso irregular llamado Barranco de la Fuente, que discurre por el bosque hasta la orilla del Río Vero, siguiendo un camino natural que incluye alguna pasarela o puente de madera.

Una vez llegamos al nivel del río, siguiendo la señalización, podemos dirigirnos a visitar La Cueva de Picamartillo, una oquedad formada por el agua.

En el siguiente tramo, el más largo, tomamos las pasarelas a través de las montañas, donde podemos gozar de la sorprendente arquitectura que la erosión del río ha esculpido en el paisaje. Durante este recorrido encontramos diversos puntos de interés; como una formación rocosa recubierta de musgo que puede recordarnos a una cara, un salto de agua llamado Azud y, a su lado, un canal de agua.

Seguimos avanzando por las pasarelas hasta llegar a la Antigua Central Hidroeléctrica, una pequeña edificación donde encontraremos un panel informativo sobre los usos históricos del Río Vero.

Este tramo finaliza en el Mirador, desde dónde podremos disfrutar de unas vistas espectaculares de las pasarelas, del río, del barranco y de la bella localidad de Alquézar.

Una vez dejamos atrás el Mirador, antes de iniciar la ascensión para regresar a Alquézar, podemos acercarnos hasta el Puente de Fuendebaños. Aunque que corto, se trata de un recorrido exigente de 200 metros, pero que vale la pena hacer y desde el cual podemos tomar otras rutas alternativas.

El último tramo de la ruta es un camino ascendente entre almendros, olivos y frondosos huertos, el cual nos lleva de nuevo hasta Alquézar, dónde finaliza nuestra excursión.


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